Alternativas naturales para un hogar más sostenible

El pasado 5 de abril tuvimos la oportunidad de colaborar con la UNED de Cuenca para llevar a cabo nuestro primer taller: Alternativas naturales para un hogar más sostenible. Para nosotras fue un día muy especial, porque suponía dar el primer paso en un proyecto en el que llevábamos trabajando un tiempo y en el que creíamos profundamente, como es Fruto de Amora. 

Al ser la primera vez que nos enfrentábamos a un grupo de participantes, es cierto que los nervios estaban muy presentes porque no sabíamos cómo iba a salir, si íbamos a ser capaces de transmitir todo lo que habíamos preparado o si el taller iba a gustar. Pero en cuanto empezamos, las dudas se transformaron en ilusión porque la dinámica fue muy bonita, cercana y participativa.

Hubo un ambiente de confianza en el que no solo compartimos lo que sabíamos, sino que también aprendimos muchísimo unas de otras y entre todas construimos un espacio de intercambio de experiencias, dudas y consejos prácticos que enriqueció el taller y nos animó a seguir adelante con más ideas y ganas.

La sesión estuvo dividida en tres prácticas, en las que elaboramos diferentes productos de limpieza sostenibles, fáciles de preparar en casa, económicos y respetuosos con el medioambiente. En cada una de ellas los asistentes pudieron experimentar con los ingredientes, descubrir nuevas combinaciones y comprobar que existen alternativas reales y eficaces a los productos convencionales.

Práctica 1 - Aprendiendo a elaborar detergente casero para lavadora

En la primera parte del taller nos centramos en uno de los productos que más utilizamos en nuestro día a día: el detergente para la lavadora. Aprendimos a elaborarlo de manera casera, con ingredientes naturales, económicos y fáciles de conseguir, demostrando que no es necesario recurrir siempre a productos industriales cargados de químicos.

Las participantes siguieron paso a paso la receta, midiendo los ingredientes, removiendo la mezcla y comprobando cómo poco a poco se iba transformando en un detergente eficaz y respetuoso con el medioambiente. Fue muy interesante ver la sorpresa de muchas de ellas al descubrir que con tan pocos elementos se podía conseguir un producto tan útil.

Además, surgieron conversaciones muy enriquecedoras sobre el impacto que tienen los detergentes convencionales en el agua y en el medio natural, y cómo pequeñas decisiones en nuestro hogar pueden marcar la diferencia.

La sesión se convirtió en un espacio no solo de aprendizaje práctico, sino también de reflexión y motivación para cambiar hábitos. Al terminar, varias participantes comentaron que tenían ganas de poner en práctica la receta en sus casas y compartirla con familiares y amigos, lo que nos llenó de alegría.

Práctica 2 - Creando fragancias aromáticas con plantas de Cuenca

En la segunda parte del taller nos adentramos en el mundo de las fragancias naturales y aprendimos a elaborar concentrados aromáticos que pueden utilizarse de muchas formas: desde añadirlos a productos de limpieza caseros, como limpiacristales o desinfectantes multiusos, hasta emplearlos como ambientadores naturales para el hogar.

Lo más especial de esta parte fue que trabajamos con plantas y elementos recolectados por nosotras mismas en Cuenca. Sobre la mesa había frascos llenos de colores y aromas: espliego, pino, lavanda, azahar, así como cáscaras secas de naranja y limón que aportaban frescura y un toque cítrico.

Fue un momento muy sensorial, porque cada participante pudo tocar, oler y experimentar con las distintas combinaciones, descubriendo qué fragancias les resultaban más agradables o reconfortantes. Mientras preparábamos las mezclas, surgieron conversaciones sobre los recuerdos que evocan ciertos olores: el aroma a lavanda en los armarios de las abuelas, el frescor del azahar en primavera o la vitalidad de los cítricos recién pelados.

Práctica 3 - Elaborando papeles encerados para envolver alimentos

En la última parte del taller nos centramos en un producto que sorprendió mucho a todas por su sencillez y utilidad: las telas enceradas con cera de abeja natural. Este material, además de ser bonito y artesanal, es una alternativa sostenible y reutilizable al papel film o al papel de aluminio, que suelen generar una gran cantidad de residuos en la cocina.

Cada participante escogió la tela de algodón que le gustaba y después aplicamos la cera de abeja natural cuidadosamente, fundiéndola para que impregnara bien la tela y creara esa capa protectora que la hace flexible y resistente al uso.

El momento más bonito fue cuando cada una comprobó cómo, con un simple gesto, su tela se transformaba en un envoltorio reutilizable perfecto para cubrir frutas, bocadillos, quesos o para tapar recipientes. Fue emocionante ver la sorpresa y la ilusión de comprobar que algo tan fácil de hacer podía reemplazar de manera real y efectiva a los plásticos de un solo uso que solemos emplear.

Al terminar el taller, nos quedamos con una sensación muy especial. Lo que al principio eran nervios e incertidumbre por ser nuestra primera experiencia, se transformó en confianza, aprendizaje compartido y mucha ilusión. Descubrimos que no se trataba solo de enseñar recetas o técnicas, sino de crear un espacio de encuentro en el que cada persona aportaba su mirada, sus recuerdos y su manera de entender la sostenibilidad.

Desde las fragancias que nos conectaron con los aromas de nuestra tierra, hasta el detergente casero y las telas enceradas de cera de abeja, cada paso fue una invitación a comprobar que existen alternativas reales, sencillas y eficaces para vivir de una forma más consciente. No hace falta complicarse: basta con volver a lo natural, experimentar con las manos y confiar en la creatividad que surge cuando compartimos en comunidad.

Nos llevamos la certeza de que cuidar del planeta empieza en los pequeños gestos y que hacerlo juntas lo hace mucho más valioso. Este primer taller no fue solo una actividad, sino el inicio de un camino lleno de aprendizajes, conexiones y esperanza en que un estilo de vida más sostenible es posible, cercano y al alcance de todos.

Y para finalizar, queremos aprovechar este pequeño espacio que es nuestra web para dar las gracias a todas las personas que nos acompañaron y apoyaron aquel día. En especial a nuestras familias, que siempre están ahí, queriéndonos y respaldando cada paso que damos, pero también a todas aquellas personas que se acercaron sin conocernos de nada, confiaron en nosotras y se unieron a esta experiencia.

Gracias de corazón por hacer posible que esta pequeña ilusión nuestra dejara de ser solo un sueño para convertirse en una realidad compartida. Ese día entendimos que lo más valioso de todo esto no son solo los talleres, sino las conexiones y la comunidad que estamos construyendo juntas. Y como recuerdo de esta jornada tan especial, queremos compartir aquí el poema que Marta escribió para todas vosotras:

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