Las 7 hierbas de San Juan

Cada año en la víspera del 24 de junio nos sumergimos en una atmósfera mágica: la Noche de San Juan, una de las celebraciones más antiguas y simbólicas que anuncia el inicio del verano.

Más allá de las hogueras y los deseos, hay un ritual ancestral que sigue vivo: la recogida de las “Herbas de San Xoán”. Se trata de un ramo de siete plantas silvestres que se recogen antes del anochecer y se dejan en agua toda la noche al sereno. A la mañana siguiente, esa agua se usa para lavarse la cara y purificarse, como gesto de renovación y protección.

Ilustración en acuarela de siete plantas medicinales alineadas en horizontal sobre fondo claro. Aparecen el hipérico, hinojo, herba luisa, retama, helecho macho, malva y romero

¿Por qué 7 hierbas?

El número siete no es casual: tiene un fuerte componente mágico y simbólico en muchas culturas. En este caso, representa la protección completa. Se creía que si se recogían las hierbas de siete lugares o fuentes distintas, su poder se multiplicaba.

Además, su recolección debía hacerse antes del anochecer, ya que se decía que al caer el sol comenzaban a moverse las “meigas” (brujas) y otras fuerzas del otro mundo.

Las siete hierbas tradicionales

Estas son las hierbas más comunes en el ritual gallego, aunque en cada zona puede haber ligeras variaciones:

Herba de San Xoán (hipérico): También conocida como corazoncillo o hipericum. Se la considera el “espantademos” por excelencia, la reina de la noche. Florece precisamente en estos días, y se cree que protege contra las malas energías.

Fiuncho (hinojo): Conocido por su poder digestivo, se usaba además para lavar los ojos de niños y animales, y protegerlos contra el “mal de ojo”.

Herba luisa (verbena de olor): Aromática y suave, se le atribuía la capacidad de atraer el amor y la buena suerte. Algunas mujeres la escondían incluso en la ropa interior como amuleto

Xesta (retama o escoba silvestre): Tradicionalmente se usaba para barrer simbólicamente las malas energías. Representa la limpieza espiritual del hogar.

Fento macho (helecho macho): Una planta mágica y protectora que se utilizaba para cuidar las casas, proteger el ganado e incluso las cosechas

Malva: Muy versátil: es digestiva, emoliente para la piel y ayuda a calmar el carácter tras las duras jornadas de trabajo agrícola.

Romeu (romero): Purifica, estimula, ahuyenta lo negativo y es un clásico en los hogares gallegos. En algunos lugares se quema para limpiar el ambiente de enfermedades.

Cómo hacer el ritual paso a paso

1. Reúne las 7 hierbas (pueden ser frescas o secas)

2. Colócalas en un bol con agua natural (tradicionalmente, de siete fuentes).

3. Déjalas toda la noche al sereno, bajo la luz de la luna.

4. A la mañana siguiente, lávate la cara o el cuerpo con esa agua para atraer salud, belleza y protección.

5. El resto del agua puede usarse para regar plantas o limpiar la entrada del hogar.

Inspirándonos en estas plantas hemos querido ir más allá y buscar más información obre ellas, para entender no solo su valor simbólico, sino también sus beneficios reales y en qué se usan hoy en día.

  • Hipérico: Alivia quemaduras e irritaciones, calma la piel y se usa como antidepresivo natural.

  • Hinojo: Mejora la digestión, reduce gases y es útil para bebés con cólicos.

  • Herba luisa (Verbena de olor): Relaja, ayuda a dormir, tonifica la piel y tiene un aroma cítrico muy usado en cosmética.

  • Retama: Se usa en rituales para limpiar energías negativas y tiene efecto diurético suave.

  • Helecho macho: Simboliza protección, se usaba como antiparasitario y decora jardines húmedos.

  • Malva: Alivia problemas digestivos y respiratorios, calma pieles sensibles y se usa en cosmética natural.

  • Romero: Estimula la circulación, mejora la memoria, la digestión y es muy usado en productos naturales para el cabello y la piel.

¿Conocías estas 7 plantas? ¿Las usas en tu día a día?

Como ves la tradición de las Herbas de San Xoán no es solo una superstición: es una celebración del ciclo natural, un momento para frenar, cuidarnos y conectar con lo que la tierra nos ofrece.

Este año, puedes seguir el ritual tal cual o reinterpretarlo a tu manera.

Lo importante es hacerlo con intención, respeto y gratitud.

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